Te enseñamos el truco definitivo para conservar la lechuga fresca ¡durante un mes! Parece cosa de magia, pero les aseguramos que es muy sencillo y lo mejor, ¡es que funciona!

Solo necesitas un frasco de cristal hermético o un tupper y papel de cocina. Con estos simples elementos podremos mantener la lechuga fresca y crujiente durante más tiempo.

Cómo limpiar la lechuga para conservarla fresca

Para mantener la lechuga fresca y crujiente con este truco, lo primero que tenemos que hacer es cortarla y limpiarla muy bien. 

Como recomendación general siempre procuramos limpiar la lechuga justo antes de usarla, ya que no se conserva igual una vez la pasamos por agua. ¡Pero no te preocupes! Esta técnica es perfecta para conservar la lechuga fresca después de picarla y limpiarla.

  • La lechuga está bien fresca. En el momento de preparar la lechuga para su conservación debe de estar bien fresca. Si la lechuga ya está un poco pasada no servirá de la misma manera. 

    Está técnica sirve tanto para las diferentes variedades de lechuga, como para las acelgas, la col, el repollo o las espinacas. 

  • Corta la lechuga. Al introducirla posteriormente en un frasco o tupper es mejor picarla, ya que con las hojas enteras no resultará el mismo efecto. ¡Recuerda retirar el tronco!

  • Lava bien con agua. Lo mejor es dejarla unos pocos minutos en remojo. En ocasiones también se añade un chorrito de vinagre, sin embargo, si lavas minuciosamente no hace falta añadir más que agua fría. Una vez pasado alrededor de 3-5 minutos, aclárala con agua limpia.

  • Escurre y seca con papel de cocina. Escurre la lechuga para retirar el máximo de agua y pasa a secarla con papel absorbente. Para ello, lo mejor es prestar una base con varias capas de papel de cocina o extender un trapo limpio y, sobre éste, esparcir la lechuga. A continuación, quita el exceso de humedad con más papel dando pequeños toques suaves.
  • Asegúrate de cerrar bien el recipiente para que no entre el aire.

  • Guarda en la nevera boca abajo ¡y listo! El papel absorberá la humedad favoreciendo que la lechuga se mantenga fresca y crujiente durante mucho más tiempo.

La humedad de las verduras, hortalizas y frutas suele ser uno de los factores más determinantes que hacen que las hojas y distintos alimentos pierdan frescura en un periodo de tiempo más corto. Con el papel de cocina absorbemos ese exceso de humedad.