Los niños y las verduras pueden ser una combinación complicada. Como padres, creemos que nuestros hijos estarán mucho mejor y más saludables si comen verduras. No obstante, las verduras pueden ser realmente difíciles de comer y disfrutar para los niños.

Las verduras pueden ser más difíciles de tomar para los niños, ya que suelen tener sabores más amargos, agrios y complicados para ellos. Esto se debe a que cuando nacemos, lo hacemos con preferencias hacia los sabores más dulces.

Los niños están aprendiendo a comer y adaptarse a diferentes alimentos, y habituarse al consumo de verduras no resulta diferente a desarrollar una nueva habilidad, como aprender a caminar. Hay que practicar en un ambiente paciente y calmado.

Entonces, ¿cómo puedes ayudar a tu hijo a comer más verduras y a disfrutar de ellas sin forzar, engañar o sobornar? te enseñamos algunos consejos y trucos que te pueden ayudar.

Involucra a tus hijos en la preparación de comidas

A través de la cocina podemos fomentar la participación del niño en tareas como la planificación y la preparación y así puede ver cómo se prepara un alimento, lo cual puede beneficiar sus gustos alimentarios hacia todo tipo de comida.

Dale a tu hijo la oportunidad de poder ayudar a participar en la cocina y preparar las comidas con verduras. Delégale tareas como lavar verduras, descongelar o calentar alimentos en el microondas.

Adapta frutas y verduras con alimentos conocidos

Los helados y batidos son otra forma maravillosa de hacer que los niños consuman los alimentos más abundantes de vitaminas, como las espinacas, las zanahorias, entre otros.

Siempre que combines bien las verduras con las frutas adecuadas, los niños no se darán cuenta de lo que hay en la mezcla. Para este consejo será necesario tener en casa un buen frigorífico que nos ayude a conservar frutas y verduras para crear ricos helados y batidos frescos.

Se creativo a la hora de preparar los alimentos

Las legumbres, como las alubias y los garbanzos, son alimentos básicos llenos de proteínas y fácil de incorporar a las comidas de los niños. Prepara alimentos como el hummus, pastas de alubias y salsas con remolacha, los cuales son fáciles de mojar con pan o palitos de verdura como pepinos y zanahorias.

Conserva siempre la calma

Aunque las verduras ayudan a aportar importantes nutrientes para el crecimiento de un niño, estresarse sobre si la ingesta de verduras de tu hijo es adecuada o no sólo hará que la alimentación sea más difícil para ti y para el niño. Cuánto más presiones a un niño para que haga algo, menos probabilidades tienes de que lo haga.

Recuerda, los niños aprenden con el ejemplo, y para educar a los niños en hábitos saludables, es posible que tengas que trabajar en tus propios hábitos alimentarios.

Estas son algunas estrategias sencillas que puedes probar para introducir más comidas con verduras en la dieta de tus hijos. No dejes que las verduras se conviertan en una batalla imposible de ganar. Evita las luchas y enfócate en las cosas nuevas que tu hijo haya hecho con la comida, como tocarla y olerla.